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Las maniobras de mercancías en Nuevo Laredo y Laredo Texas, así como el almacenaje han sido el pan nuestro de cada día para muchas compañías. Uno pensaría que después de manejar mercancías diariamente y a pesar de los sistemas de calidad las cosas siempre salen bien, pues piensa de nuevo, eso no siempre es cierto, he tenido algunas historias de terror increíbles donde los usuarios finales no se dan cuenta de como se manejan sus mercancías y durante muchos años nosotros eramos los únicos que “reparábamos” estas eventualidades por llamarlas de alguna manera.
Debido a esto hemos tenido muchas historias la mayoría con finales felices, otros no tan felices y uno que otro solo aceptable, me gustaría compartir una historia donde la paciencia fue el componente fundamental con el que ahora es un cliente satisfecho.
Recuerdo que un sábado como a las 3 de la tarde, ya habíamos salido de trabajar y solo quedábamos unos cuantos trabajadores que nos habíamos quedado planeando los embarques de la siguiente semana y llegan unas personas muy elegantes pero no del tipo de hombres de negocios, mas como seguidores de modas o algo así. Se veían preocupados y a diferencia del resto que estábamos allí desesperados por tener alguna solución a sus problemas.
Nos explicaron que venían del bajío (o por ese rumbo) y que llevaban unas obras de arte a una exposición a Nueva York, y el camión que traía las obras llegaría hasta las 4 de la tarde, las obras no tenían el embalaje adecuado para embarcarse a las 8 de la noche por avión en Laredo Texas.
“No me importa cuanto cueste” dijo uno de ellos “tiene que salir” agrego el otro gritándonos, a pesar de mi reacción inicial de regresarlos por donde vinieron ya que era la primera vez que los veía, me calme y trate de entender su desesperación. “vamos a ver, donde esta la mercancía” les comente, “aun no no llega pero a las 4 estará aquí y tiene que haber alguien para recibirla y empaquetarla ” siguió gritando. Armándome con mas paciencia empece a “negociar” con los honorarios y las condiciones para realizarle el servicio, por ser fuera de horario le cobraría la tarifa normal y un poco mas pero no le garantizaba encontrar a los trabajadores necesarios para hacer el trabajo en ese tiempo. Me pidió hablar con ellos y les ofreció Algo “extra” por cada hora que le redujeran al tiempo de entrega, Nunca había visto que mis trabajadores se contactaran tan rápido con los compañeros que no estaban, al final de los 4 que requería para fabricar los huacales, llegaron el doble. Cuando llegaron las obras de arte (que resultaron ser unas esculturas en forma de pirámides con un marco que se había desecho en el transporte) la madera ya estaba preparada para tomar medidas, las clavadoras y compresor estaban en su lugar aceitados y cargados, el montacarguista (vestido con ropa de salir y con un olor a loción dominguera) le había cambiado el tanque da gas para no parar, las sierras tenían discos nuevos, fue una imagen surrealista del taller en el que trabajaba todos los días.
La paciencia para tratar una situación en la que muchos se hubieran aprovechado rindió frutos al final, el nuevo cliente se fue muy satisfecho y me dejo asombrado de como mis compañeros habían logrado algo muy difícil con el incentivo adecuado: lograron embalar las obras de arte en un tiempo récord de UNA HORA y el cliente ya mas tranquilo les regalo $400 dolares al grupo y a mi me regalo una botella de tequila.
Mi recompensa fue ver el cambio de actitud de como llega un cliente potencial y como se va ya como un cliente satisfecho recomendando nuestro trabajo a los demás. La próxima entrada les contare mi experiencia con HBO.
Saludos y suscribanse
Arturo Caretta
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